“Ponte los guantes y sube al ring preparado para ganar”.
No dejes que se rompa tu equilibrio emocional, no por abarcar más lo harás mejor, normalmente sucede lo contrario.
¿A qué llamamos estrés y a qué llamamos estrés mental?
El estrés es la reacción de tu cuerpo a un desafío o demandas continuadas, lo que nos lleva a entender en qué consiste el llamado “estrés mental”. Éste se define como la presión que sufre una persona debido al exceso de preocupaciones o responsabilidades, y que puede llevarla a estar irritable y sentirse cansada y sobrepasada. Incluso en ocasiones puede llegar a bloquear a la persona de tal manera que no sea capaz de realizar acciones efectivas o tomar decisiones en un momento concreto.
Hoy en día cuesta admitir que somos víctimas del estrés, y cuánto mayor es el puesto ocupado, más se incrementa esta negación al reconocimiento. Llegamos a pensar que podemos parecer incompetentes, y esto nos hace que le dediquemos más horas de lo debido al trabajo, que no separemos la vida personal de la laboral, que no sepamos decir “NO” cuando una situación nos supera o nos va a crear más tensión que beneficio, y así llegamos a una situación en la que rompemos el balance ecológico por el trabajo.
¿Y cómo conseguimos ganar la batalla al estrés?
Aquí tienes una guía con 10 armas para que te subas al ring ¡SIN MIEDO!
- ¡Incluye una buena alimentación y ejercicio diario a tu vida! Gracias a sentirte más ligero y ágil, tu nivel de estrés disminuirá.
- Duerme de 6 a 8 horas y aprende a relajarte en 15 minutos diarios. Reduce los estimulantes como el café y practica la respiración consciente unos minutos al día, observa el entorno y desconecta.
- Recupera el balance ecológico. Dedica tiempo a los distintos roles: estar con la familia, nosotros mismos y estar en sociedad. Es la búsqueda del bienestar físico, psico-emocional y espiritual. El trabajo es solo una parte de nuestra vida, no es la vida misma.
- Échale un vistazo a tu actitud competitiva. La actitud competitiva es buena si hay un plan que organiza todas las prioridades tanto personales como profesionales. Revisa tus logros, metas y objetivos y reconoce cada paso que vas alcanzando.
- No todo puede estar bajo control. El control igual que la perfección es una ilusión no existe. Identifica lo que no puedes cambiar, asúmelo y aprende a soltar, no gastes energía.
- Aprende a decir “NO”. Y así evitarás altos niveles de estrés por exigirte demasiado, ya sea en lo laboral o lo personal. Nos auto generamos altos niveles de estrés por no saber decir NO en cualquier circunstancia que nos exijan demasiado, bien sea en el trabajo, la pareja, los amigos, familiares, etc.
- Crea una actitud positiva. Al levantarte agradece por un nuevo día, mira lo bueno que tienes a tu alrededor y sonríe.
- Busca un hobby. Si tienes tiempo para otras cosas también tienes tiempo para elegir un hobby que te llene ese espacio tuyo que te hace fluir y distraerte sin pensar en nada más.
- No te lleves el trabajo a casa. Respeta los tiempos que son para ti y para tu familia y aprende a desconectar. Reuniones hay miles, pero solo hay una primera vez que tu hijo/a hace su primera prueba de alguna actividad importante para ella. No te la pierdas. Para los que no tienen familia, aprende a descubrirte y a disfrutar en otras actividades.
- ¡Disfruta de tu éxito y celebra tus logros! La mayoría de personas estresadas no celebran ningún logro por que creen que no es suficiente lo que hacen. Elimina pensamientos tóxicos y Para, disfruta, celebra y luego ve a por un nuevo reto.
Un estrés mental mantenido en el tiempo, te hace débil física y mentalmente, ¿crees que merece la pena vivir estresado?
Te mereces ser feliz y tener todo aquello que anhelas. Lo bueno que tiene la vida es que tú decides todo lo que quieres hacer.
“No permitas que tu mente intimide a tu cuerpo haciéndole creer que debes llevar la carga de tus preocupaciones.” Astrid Alauda