“La cosa más importante es mantener la cosa más importante como la cosa más importante”.
– Stephen R Covey
¿Será que nos planteamos objetivos poco realistas?, ¿Será que nuestras metas no armonizan con nuestros valores personales?, ¿Eso que queremos lograr es realmente importantes para nosotros?, ¿Nos ha faltado constancia y compromiso? ¿Por qué nos desviamos de nuestros objetivos?
Si sabes lo que quieres lograr, y es algo que está bajo tu posibilidad de alcance y te importa realmente, pero eres parte del grupo de personas que ha iniciado el año con una lista de objetivos y propósitos que luego pierde con el transcurso del tiempo, necesitas descubrir las razones que te desvían de tus objetivos para poder potenciar tu sentido de logro y compromiso.
¿Razones o excusas?
Cuando nos desviamos de nuestros objetivos podemos argumentar, exponer razones o excusas, que lo justifiquen; asuntos familiares, tareas domésticas, hechos sobrevenidos, falta de tiempo, falta de recursos, tendencia a postergar, frustración, etc.
Veamos en detalle las razones más frecuentes que suelen interferir en el alcance exitoso de objetivos. Tal vez te ayuden a darte cuenta de lo que sucede en tu caso y así puedas tomar acciones para enfocarte y lograrlos de manera saludable, exitosa y reduciendo posibles frustraciones.
- Muchos objetivos y poco realistas: tener muchos objetivos te hacer perder el foco. Te recomendamos plantearte un objetivo a la vez, que sea realista y alcanzable en función de los recursos que dispones. (tiempo, conocimiento, inversión, etc.)
- Desconexión con el beneficio ulterior de alcanzar ese objetivo: conéctate con lo trascedente para darle un sentido a tu objetivo. Por ejemplo, adelgazar además de beneficiar tu imagen te permite estar más saludable. ¿Lo ves? Pregúntate qué vas a obtener al lograr el objetivo más allá de lo evidente e inmediato. Esta reflexión te ayudará a mantener el foco y la energía.
- Statu quo: es muy fácil y cómodo continuar haciendo lo que estamos acostumbrados a hacer. Por lo tanto, debes salir de la zona de confort, cambiar algunos hábitos y comenzar a establecer acciones que te ayuden a moverte hacia eso que realmente quieres lograr.
- Falta de documentación: está comprobado que aquellas personas que registran sus metas y la mantienen a la vista, son más proclives a alcanzarlas que quienes solamente dejan las palabras en el aire. De acá en adelante documenta cada meta y ten a la vista el objetivo a lograr.
- Falta de plan especificando acciones requeridas y fechas límites: si realmente quieres lograr el objetivo, debes establecer un plan de acción que indique los pasos a seguir, las fechas, los recursos y apoyo que necesitas. Recuerda que dar pasos pequeños te llevarán al gran objetivo.
- Objetivos bien guardados: mantener tus objetivos en secreto, no te ayuda. Es importante que las personas significativas y cercanas a ti conozcan tus objetivos, de manera tal que puedan servirte de apoyo y motivadores en el proceso.
- Desistir al primer fallo: la perseverancia es clave para lograr un objetivo, ten en cuenta, que eres humano, puedes fallar en un momento, pero, si reconoces que te desviaste y analizas las causas, puedes aprender de ello y volver a enfocarte en tu objetivo con más ganas y energía.
- Dejarse vencer por el miedo: cuando luchamos por un objetivo relevante, es normal sentir algo de miedo. Por lo tanto, no te angusties, reconoce esa emoción y toma lo positivo que te ofrece, identifica qué es lo que te da miedo, por ejemplo, ante el miedo a cometer errores, puedes buscar más información para tomar mejores decisiones. Lo importante es que el miedo no te paralice.
- Justificaciones y falta de tiempo: puedes hacer una lista infinita de razones para desviarte de tu objetivo. Evita caer en esta trampa, para ello es importante que silencies a tu locutor interno. Los pretextos harán que pierdas el rumbo. Ajusta tus tiempos, ¡es preferible lento pero seguro!
- Agotamiento: ten en cuenta que mientras más retadora la meta, tendrás que trabajar más, pero sin descuidar el bienestar. Revisa tus estrategias y de ser necesario haz ajustes en tus métodos.
- Falta de autoreconocimiento: recuerda reforzarte por cada avance, cada pequeño logro es un paso que vas dando en el camino al objetivo. No esperes hasta el final para premiarte.
Y TÚ, ¿ESTÁS ENFOCADO EN TUS OBJETIVOS?